CUANDO EL CONGRESO CIERRA LAS PUERTAS LA DEMOCRACIA ABRE CAMINOS

El hundimiento de la ley que buscaba convocar una consulta popular es una afrenta directa contra la voluntad del pueblo colombiano. La consulta es un derecho constitucional, un instrumento legítimo de democracia directa para defender reformas que buscan garantizar salud, trabajo digno, pensiones justas y justicia ambiental. Que el Congreso ni siquiera haya permitido el debate demuestra miedo al cambio y desprecio por las mayorías populares. Es inaceptable que se utilicen falsedades para negar una reforma laboral sin discusión, y peor aún, que se sabotee el trámite de una consulta popular con irregularidades que minaron la transparencia del proceso. No fue un rechazo democrático, fue un acto deliberado de bloqueo político, de cerco institucional contra un gobierno elegido con un mandato claro de transformación. Le temen al pueblo porque saben que la consulta sería aprobada. Le temen a la verdad, a la organización social, a la movilización pacífica que exige dignidad. Pero el miedo no nos detiene. Hoy más que nunca, debemos activar la conciencia ciudadana y defender con firmeza nuestras banderas. La historia no absuelve a quienes cierran las puertas al pueblo. La democracia real se construye en las calles, en las urnas y en la resistencia. ---

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